lunes, 16 de marzo de 2009

La gran mentira del Telemarketing



Algo me olía yo de esto de la deslocalización de las empresas, sobre todo de las operadoras de telefonía. Me preguntaba por qué siempre que me llaman de mi operadora de telefonía lo hace una persona con marcado acento sudamericano. Más aún cuando a un amigo, víctima de algún chungo en la base de datos de su operadora de telefonía (diferente a la mía), empezaron a llamarlo hasta 5 veces al día vendiéndole productos, nuevas tarifas, promociones y demás paquetes con lazo rosa. A veces incluso preguntando por otra persona. Cansado de responder al teléfono y decir un "no" tras otro empezó a pasarme el teléfono cuando le llamaban. Yo me lo tomaba como un juego; pensaba: "a ver que personalidad me invento ahora". Ponía acento argentino (o gallego, o una mezcla de ambos rara), o acento vasco, hacía de paleto, de hombre de negocios internacional en una reunión internacional con personas internacionales. Me lo pasaba teta.

A lo que iba. Me seguía sorprendiendo que todas, y digo todas, esas llamadas tan divertidas las hacían teleoperadores del otro lado del charco, de origen más próximo a Guayaquil que a Ontario. Al principio me alegraba de la integración de inmigrantes en el sector empresarial, y no sólo allí donde el trabajo es precario y pierde el nombre de trabajo. Llamadas más tarde empezaba a pensar: "joe, en Madrid el trabajo de teleoperador debe de ser como aquí el del campo que es tan precario que sólo lo aceptan inmigrantes víctimas de la necesidad". Más llamadas más tarde, no me salían las cuentas. Yo soy de Cartagena, pero cada no muchos meses voy por Madrid, y en mis visitas no recuerdo haber visto a tanto sudamericano como han llamado al teléfono de mi amigo (aviso: exageración). Fue ahí cuando empecé a sospechar lo de la deslocalización.

Ya de por sí no me gustan las llamadas de las operadoras de teléfono. Una vez, en una conferencia sobre telecomunicaciones, alguien dijo "esto es un negocio de 20 euros", que es lo que gasta de media cada consumidor al mes. Y tenía razón. Desde entonces solo me preocupé de no gastar más de 20 euros mensuales e ignorar todas las artimañas de las compañías para que los consumidores subamos esa media. Nadie te llama para que te ahorres nada, asúmelo. Como mucho te llaman los de otro color para que les des a ellos tus 20 euros.

Bueno, a lo que iba, que me vuelvo a perder. La deslocalización. No sé que dirá la LOPD (Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal) al respecto de que las empresas de servicios que operan en este país (país de países, estado de naciones, o cúmulo de fauna) compartan/cedan nuestros datos (DNI, cuenta corriente y demás) a empresas subcontratadas en otra parte del mundo donde no hay ley que nos proteja de su mal uso. A mí particularmente no me hace gracia que una empresa en la que no tengo por qué confiar (porque no opera en mi país, a la que no puedo reclamar, ni denunciar ante el juzgado de lo mercantil porque en mi país tal empresa no existe) conozca mis datos.

Todo esto viene por el vídeo anterior que he encontrado por la red sobre el tema, tirado en la cama, con una película de la 2 en francés de fondo. Buenas noches, he dicho.

2 comentarios:

Kurropoe dijo...

si claro, realmente en sudamerica, cuando se da de alta un nuevo cliente, les llega una ficha completa con todos nuestros datos. y se ponen a trabajar, a falsificar pasaportes, dnis y abonos del efesé. y al dia siguiente empiezan a desembarcar en costas andaluzas gente con sol tomao de mas, con nuestra documentacion en busca de una nueva vida, ahora mismo estan en la aduana kabras, andreses, makos y mildes... jajaja q pelicula tengo encima

weno, me debes 10 minutos de tiempo de estudio, nose q hare, llamare por telefono a tu casa, espero que no me la redirijas a zihuatanejo o alguna zona colindante

Unknown dijo...

www.deslocalizacion.com

y visita por favor el apartado de proteccion de datos que podrás encontrar en la parte superior.

Gracias