Siento chafar la entrada de Milde pero es que necesitaba poner una imagen que aún me pone los pelos de punta de la despedida de Paolo Maldini. Pues bien, la imagen, de todo un estadio despidiendo al capitán de leyenda del Milán, no es ni infimamente comparable a la que el madridismo debe a Raúl González Blanco. El Santiago Bernabéu entero debería ponerse en pie sobre su asiento y uno a uno los 80.000 espectadores deberían entonar el "Oh capitán, mi capitán" que el amigo de House y sus colegas brindaban a Robin Williams en "El club de los poetas muertos". No el día de su despedida, si no cada uno de los días que Raúl González Blanco esté en ese estadio hasta el resto de sus días.
(modo raulismo radical off)
Ala, se abre la veda de insultos al más grande de los capitanes que ha dado el fútbol español desde que la tele tiene color.
3 comentarios:
Por una vez, y sin que sirva de precedente, firmo parte de la entrada de los raulistas. El estadio, y todos los estadios, por lo que pase tienen que despedirle reconociendo los coj..es que ha tenido en el campo.
Pero a riesgo de que me tachen de antimadrilista y otras cosas, eso tendría que ser este año o a lo sumo al siguiente
Por estar en el Bernabeu el día que Raúl se despida de ese estadio con el 7 del Madrid a la espalda aplaudiéndole hasta que se me reventaran las manos hasta el punto de considerar la amputación como un mal menor no os imaginais todo lo que daría.
A bote pronto lo primero que se me ocurre para que considereis la seriedad de mi afirmación es que me dejaría sodomizar por el bastón del padre de Kabra mientras succiono el pene de su hijo. Ahí lo dejo.
La institución más grande que ha dado este país en el s.XX merece eso y mucho más...
maldini esta bueno que te cagas, con ese moreno al estilo napolitano! wuaaarrrrr
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